Fitopatóloga Marcela Esterio sobre Switch: “Luego de 25 años de uso: la mezcla original mantiene su eficacia.”

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“Muchas veces el productor elige el fungicida por el costo, pero en una enfermedad como Botrytis, lo barato sale caro.”

Uno de los períodos críticos de control de Botrytis en uva de mesa es Floración, etapa que según la experta del Laboratorio de Fitopatología Frutal y Molecular de la Universidad de Chile, Marcela Esterio, “debe ser protegida de inicio a término con moléculas que revienten las conidias, para evitar que germinen, que inhiban la elongación del tubo germinativo y que, idealmente, además, sean capaces de controlar al micelio que logró penetrar el tejido. Eso se logra con una mezcla que -por lo general- es una anilino-pirimidina, como cyprodinil, con un fenilpirrol, como fludioxonil”.

Según la investigadora, la mezcla original cumple con todos estos atributos, porque los ingredientes activos que la componen son muy buenos ‘partners’. Por un lado, fludioxonil, actúa inhibiendo la germinación de las esporas, la elongación de las esporas germinadas e, incluso, en etapas tempranas de infección declarada (inicio de hifa penetrada en el tejido), y cyprodinil, que afecta desde esporas ya germinadas, con tubo germinativo elongado, hasta un efecto muy potente sobre el micelio que logró ingresar.

“Por lo anterior, es que la mezcla cyprodinil con fludioxonil, Switch, es una de las herramientas más eficaces para controlar Botrytis. Para obtener este efecto, con esta mezcla, como con cualquier otro botryticida, es importante posicionarlos adecuadamente en el programa de control, para así maximizar su eficacia”. apunta.

Considera importante señalar que el periodo de Floración es sin lugar a duda el periodo crítico de infección más importante, por lo que se requiere que no germinen las conidias. “En nuestra experiencia, es una de las épocas en las que debería siempre considerarse aplicaciones de cyprodinil & fludioxonil. En primera aplicación de flor -generalmente- una carboxamida sola o en mezcla y Switch en una segunda aplicación de flor, o a la inversa, partir con Switch y luego la carboxamida. Algunos productores posicionan la mezcla al termino de flor, pero, la verdad, el resultado generalmente no es exitoso, porque no podemos esperar que la mezcla controle lo ya ingresado”. 

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Otra época en las que es importante considerar a esta mezcla es precosecha, en pinta o previo a cosecha. “Cuando se diseñan programas fitosanitarios efectivos y se aplican en las épocas más oportunas de acuerdo con el potencial de infección de las poblaciones de Botrytis que predominan en los predios y según su nivel de sensibilidad a fungicidas bases, es que se obtienen resultados exitosos de control”, señala la fitopatóloga.

Explica, además, que la generación de resistencia a ambas moléculas es difícil, pero no imposible. Por ejemplo, a la fecha hemos detectado un porcentaje muy bajo de aislados resistentes a fludioxonil, y algunas mutaciones en aislados resistentes, pero, de esos aislados por el alto costo metabólico que le implica al patógeno generar resistencia, muy pocos logran sobrevivir. En el caso de cyprodinil, así como de otras anilinopyrimidinas (APs), la resistencia involucra al menos a 9 genes asociados con la respiración (mitocondria), y solo 2 de esos genes están asociados con resistencia a nivel de campo, por lo que un uso inadecuado (repetitivo) podría generar resistencia, pero ese nivel de resistencia en general es inestable en el tiempo.

“No obstante lo anteriormente indicado, un uso reiterativo de ambos componentes, en mezcla o como moléculas únicas, podría cambiar este escenario, sobre todo si las formulaciones de nuevos productos no presentan la misma estabilidad de los productos originales”, advierte.

Según Esterio, productos que consideran los mismos ingredientes activos no siempre llevan a resultados de igual eficacia, porque las distintas formulaciones pueden variar los coadyuvantes afectando, por ejemplo, la estabilidad de los componentes, como también la residualidad de los mismos. De ser factible, recomienda siempre considerar este aspecto al momento de diseñar el programa de control.

“Es importante también señalar que, por el momento, y después de más de 25 años del uso de la mezcla original, no se ha generado grandes variaciones en el nivel de sensibilidad de las poblaciones de Botrytis que pudieran afectar la eficacia de esta mezcla”. Sin embargo, “debemos considerar que actualmente existen en el mercado nacional entre 6 y 8 productos que incluyen una o ambas familias de fungicidas (Redagrícola 34, Julio 2024). Por lo tanto, un uso inadecuado y repetitivo de fludioxonil podría cambiar esta situación, más aún, si la formulación del fungicida no es estable”, indica.

Recuerda que Botrytis tiene una gran capacidad de generar resistencia a los fungicidas, y que, al utilizarlos inadecuadamente, se favorece rápidamente el desarrollo de pérdida de sensibilidad, que con el tiempo puede traducirse en altas resistencias asociadas a pérdidas de eficacia a nivel de campo. “Recuperar la sensibilidad a ciertos fungicidas no es fácil y en algunos casos se requieren cambios en los programas por más de una temporada, por lo tanto, sabiendo esto, es fundamental hacer un uso responsable de la mezcla que ha demostrado ser por tanto tiempo una de las más eficaces en el control de las pudriciones causadas por Botrytis”, enfatiza Esterio.

Esta temporada es necesario producir uva de calidad Premium y para ello se requiere el uso de Programas de control que sean eficaces, en los que se integren tanto las medidas culturales de manejo, como también, las herramientas fungicidas más efectivas en los periodos críticos y la incorporación de productos menos residuales como complemento -antagonistas biológicos, extractos de plantas, inductores de resistencia- en los periodos menos críticos y cercanos a cosecha, para que este conjunto de manejos permitan producir uva sana, sin Botrytis, y con menos carga residual.