PIRIMOR es un insecticida con acción de contacto, fumigante y movimiento translaminar, altamente selectivo y eficaz para el control de pulgones, inclusive en especies resistentes a los insecticidas organofosforados, en numerosos cultivos tales como frutales de carozo (almendro, cerezo, ciruelo, damasco, duraznero, nectarino), pomáceas (manzano, peral, membrillo), cítricos (clementinas, limonero, mandarino, naranjo, pomelo), berries (arándano, frambuesa, frutilla, mora), cereales (avena, cebada, centeno, trigo, triticale) , hortalizas (acelga, achicoria, ají, ajo, alcachofa, apio, berenjena, betarraga, cebolla, coliflor, col forrajera, melón, pepino, espinaca, lechuga, pimiento, repollo, repollito de Bruselas,sandía), papa, tomate, arveja, maíz, alfalfa y raps (ver cuadro de instrucciones de uso).
PIRIMOR es indicado para complementar programas de manejo integrado, ya que es selectivo para las abejas y enemigos naturales de los pulgones como chinitas (coccinélidos) y sírfidos (ver cuadro de instrucciones de uso). Presenta gran poder de volteo, que comienza pocos minutos después de efectuarse la aplicación, con temperaturas superiores a 17°C. Presenta un corto intervalo entre la última aplicación y la cosecha.
PRIORI® XTRA es un fungicida sistémico, translaminar y de contacto, que se utiliza en el control preventivo, curativo y antiesporulante de enfermedades fungosas que afectan al follaje de diversos cultivos (ver cuadro Instrucciones de Uso).
PRIORI® XTRA combina el modo de acción de dos ingredientes activos, inhibiendo la respiración mitocondrial en los hongos y la biosíntesis de ergosterol, lo que asegura un amplio espectro de control durante un período prolongado y reduce el riesgo de aparición de cepas resistentes.
PRIORI® XTRA penetra y se transloca muy rápidamente en la planta, siendo absorbido en menos de una hora y luego distribuido hacia los nuevos tejidos del vegetal. Esto permite dejar al cultivo debidamente y rápidamente protegido del ataque de los hongos.
Su efecto sistémico y su larga residualidad, permiten la protección de las hojas en aplicaciones al follaje, con una excelente redistribución dentro de la planta. Este efecto permite retardar la senescencia del cultivo y mantenerlo “verde” por más tiempo. También se traduce en un efecto “dorado” al momento de la cosecha en cereales y favorece el llenado de los granos, por una mejor condición fitosanitaria de la espiga o panoja.